EvAU Historia. Tema 32: Cuba y guerra hispano-estadounidense. La crisis del 98 y sus consecuencias

En el tema 32 vamos a centrarnos en la guerra hispano-estadounidense y en los problemas relacionados con la independencia cubana.


 

1. Introducción

España ignoraba con demasiada frecuencia las evidentes diferencias entre los territorios de Ultramar y los peninsulares. Esto se traducía en la toma de decisiones sin contar con los diferentes contextos, y en no escuchar las opiniones que llegaban desde el otro lado del océano.

Esta situación, sumada a otras causas, generó tensiones y la desafección de los habitantes, que cada vez se sentían menos españoles. La independencia de las colonias, que se sucedió a lo largo del siglo XIX, culminó en la Guerra de Cuba. El gran Imperio colonial español estaba a punto de caer.

2. La Guerra de Cuba (1895-1898)

En 1868 estalló la Guerra de Independencia cubana, que concluyó con la derrota de las tropas revolucionarias y la firma de la Paz de Zanjón (1878). Los cubanos confiaban en que, pese a su fracaso, la guerra serviría de aviso para el Gobierno de España. Querían reformas que les otorgasen los mismos derechos que a los peninsulares y que se aboliese la esclavitud.

España se encontraba en estos momentos en los inicios de la Restauración Borbónica y del turnismo (Cánovas y Sagasta). En Cuba, siguiendo ese modelo, surgieron 2 grandes partidos en 1878: Partido Autonomista y la Unión Constitucional.

El primero pedía la autonomía y una serie de reformas políticas y económicas, pero sin llegar a la independencia. El segundo era un partido españolista que contaban con una fuerte militancia de los peninsulares instalados en la isla.

Finalmente, Mateo Sagasta abolió la esclavitud (1888) y Maura, Ministro de Ultramar, propuso un Estatuto de Autonomía para Cuba y Puerto Rico, pero no fue aprobado. De hecho, en las Cortes se le trató de traidor, "antipatriota, beodo, energúmeno y loco furioso".

La lentitud y los fracasos reformistas acrecentaron nuevamente los deseos de independencia. En 1893 José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, que quería la independencia y que recibió el apoyo de EEUU. En 1895 se produjo el Grito de Baire, que supuso un levantamiento generalizado en la isla, comenzando en Santiago de Cuba y extendiéndose por la Habana. En 1896, la rebelión se extendió también a Filipinas.

Cánovas envió, como respuesta, a Martínez Campos al frente de un ejército. Tras su fracaso, Valeriano Weyler le reemplazó. Su idea fue hacer una fuerte represión, que se tradujo en hambrunas, mal trato a los rebeldes y opresión al campesinado.

Tras el asesinato de Cánovas (1897), Sagasta reemplazó a Weyler, cuya táctica no funcionaba, por Ramón Blanco, un general más moderado. Con Blanco llegaba una idea, la reconciliación mediante las ansiadas mediadas que pretendían los cubanos. Sagasta y Blanco querían otorgar un régimen autónomo para Cuba y Puerto Rico e implementar el sufragio universal masculino, la igualdad de derechos… Estas medidas gustaron, pero llegaron demasiado tarde.

Los cubanos eran conscientes de que, con el apoyo de EE.UU., tenían la victoria cerca. Estados Unidos, que tenía grandes intereses económicos, apoyó la revuelta desde el principio, tanto a nivel político como con envíos de armas.

Como parte de ese apoyo, EE.UU. envió al acorazado Maine a La Habana, en enero de 1898. El 15 de febrero, el barco explotó y EE.UU. acusó a España de ser la responsable. Pese a que esta negó cualquier vinculación con el suceso, la tensión fue a más. El 25 de abril se declaró una guerra que España era consciente de no poder ganar, y en diciembre de 1898 se firmó la Paz de París, que confirmaba la derrota. En ella España se comprometió a abandonar las islas (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), que pasaban a ser protectorados estadounidenses.

3. Consecuencias del desastre del 98

La primera de ellas fue la crisis moral e ideológica en España. La pérdida de Cuba fue especialmente dolorosa para los españoles, como se aprecia en la prensa y literatura del momento.

La segunda que podemos citar fue la crisis de la clase política y el ejército, que fueron criticados como principales responsables. Esto se tradujo en el inicio de la inestabilidad de la Restauración, el fortalecimiento del Regeneracionismo (como movimiento político y social) con líderes como Joaquín Costa y un evidente sentir antimilitarista en el pueblo.

A nivel político, en España se expandieron los nacionalismos y regionalismos, que ya habían comenzado a crecer a lo largo de los 80.

En el campo económico, los estudios más recientes afirman que no hubo grandes problemas derivados de la pérdida de las colonias. Buena parte de esto estuvo motivado por el auge de la intervención en África, que permitió reemplazar lo perdido en Ultramar.

Donde sí hubo fuertes consecuencias fue en las vidas de soldados y civiles de ambos bandos. Se estima que se perdieron más de 50.000 vidas.

Por último, se construyó una generación literaria y filosófica trascendental, la del 98, con autores como Azorín, Unamuno, Baroja, Maeztu, Ganivet...

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Tema: 32
Título: El problema de Cuba y la guerra entre España y Estados Unidos. La crisis de 1898 y sus consecuencias económicas, políticas e ideológicas.
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Examen: Selectividad/EvAU

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