La arquitectura en el Románico. La iglesia | Artisteando Ep 4

Hoy vamos a estudiar la arquitectura del Románico, centrándonos en su construcción más típica: la iglesia.

Introducción:

Lo primero a mencionar sería la periodización, y es que podemos situar el inicio del Románico en el siglo XI, su desarrollo a lo largo del XII y su declive en el XIII. Durante el siglo XIII se comenzará con la paulatina introducción del Gótico.

Resumiendo, podemos decir que el Románico es la armonización de elementos de construcción y ornamentales, de diferentes procedencias (latina, oriental y septentrional), con una temática predominante, la religiosa. El Románico fue un estilo puramente religioso, por lo que, a pesar de la existencia de edificios de corte secular, los más habituales e importantes son las iglesias.

¿Cuáles fueron las zonas de expansión del Románico?

Fundamentalmente nos lo encontramos en España, Francia e Italia, lugar del que se dice que fue originario.

Una de las principales y habituales vías de expansión fueron los caminos de peregrinación, como el de Santiago en España.

Características:

La construcción más típica, como ya hemos señalado, era una iglesia de planta de cruz latina con 3 naves, aunque también se encontrará alguna de planta griega.

Como se aprecia en el dibujo, la nave central es siempre más amplia que las laterales.

La iglesia tiene un transepto que da al crucero, lugar donde se sitúa el cimborrio (la torre señalada en la imagen de abajo).

Las cabeceras de la iglesia suelen terminar en ábsides semicirculares, que se multiplican al final de las tres naves y donde, a veces, están completadas por los absidiolos.

Las técnicas de la época no eran muy modernas, así que las construcciones no eran sencillas y los muros debían ser gruesos para poder sostener todo el sistema abovedado. Tampoco se podían abrir grandes vanos o ventanas en dichos muros, por lo que el interior era bastante oscuro.

Interior de una iglesia románica

Vanos de una iglesia románica

En el interior, las columnas tenían basa, plinto y fuste, además de un capitel habitualmente historiado con motivos pedagógicos, religiosos o geométricos, además de monstruos.

En cuanto a los techos, hay que decir que estaban cubiertos por bóvedas, habitualmente de cañón con arcos fajones o de arista, y estaban sustentados, además de por los muros, por un sistema de arcos de medio punto de sección rectangular y algunos estribos o contrafuertes, tanto exteriores como interiores.

Estribos o contrafuertes de una iglesia románica

La iglesia se completaba con una o dos torres que flanqueaban la entrada al templo y, en ocasiones, con otras construcciones anexas.

Esta entrada tenía forma abocinada, gracias a las numerosas arquivoltas, y, en caso de que fuera muy ancha, tenía un parteluz que la dividía

La evolución permitirá la mejora de las técnicas, con lo que los muros, poco a poco, serán más delgados y los vanos más grandes. También se producirá la llegada de arcos más decorados y apuntados, caso del ojival. 

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Serie: Artisteando

Episodio: 4

Título: La arquitectura en el Románico. La iglesia