¿Cuál es el origen de la letra Ñ? | Curiosidades de la Historia Ep 1

Los hispanohablantes utilizamos la "eñe" más a menudo de lo que pueda parecer, pero no hay mucha gente que sepa de dónde sale esta peculiar letra, por qué parece una simple "n" con una rayita encima, o por qué hay otros idiomas que también utilizan el sonido "eñe".

Hoy vamos a explicar cuál es el origen de uno de los elementos más característicos e importantes del español, la letra "ñ". Para ello, además de contar su historia, mostraremos algunos documentos históricos que nos permiten hacer un buen seguimiento de esta letra.

Sin más preámbulos, te recomiendo comenzar viendo el siguiente vídeo de nuestro canal en Youtube, para después centrarte en el texto.



1. El origen de la letra "ñ". Su historia


La letra "ñ" tiene un origen muy antiguo y una evolución más lenta de lo que pueda parecer Para encontrar sus comienzos debemos viajar hasta la antigua Roma, donde predominaba un idioma del que proceden lenguas actuales como el francés, el italiano o el propio castellano, nos referimos al latín.

El latín era un idioma muy complejo que vivió en un mundo muy diferente al actual. Hoy día, nos parece extraño que una persona no sepa leer o escribir, pero antiguamente no era tan extraño. El nivel de alfabetización del pueblo no era una de las prioridades de los Gobiernos ni del propio pueblo.

Otra de las cuestiones que caracterizaron a los romanos, a parte de su idioma, fue su magnitud, y es que el Imperio Romano llegó a dominar gran parte de Europa, zonas de Oriente Próximo e incluso algunas partes del norte de África, como Egipto, haciendo del Mediterráneo, prácticamente, su territorio.


Mapa que refleja la extensión del Imperio Romano

Este expansionismo permitió a los romanos llevar su cultura, su Derecho y su idioma a diferentes partes del mundo. Y es que, aunque este pueblo solía asumir algunos elementos de las culturas conquistadas, para facilitar su integración, había otros que consideraban imprescindibles para el buen manejo y funcionamiento de su Imperio. El Derecho y el latín eran dos de esos elementos.

Con la expansión de las conquistas, las diferencias culturales y el pasar del tiempo, aparecieron nuevas necesidades. Algunos de los pueblos que formaban parte de este Imperio necesitaban una forma de escribir sonidos que en latín no existían. Una de ellos fue el sonido "eñe", presente en zonas como la Galia o Hispania.


La búsqueda de una solución a este problema fue compleja. Evidentemente, no había foros de Internet donde los expertos pudieran compartir sus ideas, así que, desde el siglo IX, surgieron diferentes opciones. En la Península Ibérica triunfaron 3 maneras:

  • Duplicar la letra "n". Por ejemplo: annus (año)
  • Juntar una "g" y una "n". Por ejemplo: lignus (leños)
  • Juntar "ni" + una vocal. Por ejemplo: Hispania (España)
La primera de estas maneras parecía la más lógica porque estaba muy vinculada al latín, y es que uno de los elementos más habituales de esta lengua era la duplicidad de algunas letras para diseñar palabras o representar sonidos. Por ejemplo: 


annuscancellarius Oficcium.

Documento, fechado en 22 de abril de 1255,
en el que se dobla "n" (danno) en un sonido "eñe" (daño)

Transcripción: "[...] ziesse auríe mi yra e pecharmía en coto 
quinientos morauedís e al obispo e a la eglesia el danno doblado.
Et esto ffago por sabor que he de ffazer bien e merced a la
eglesia de León e por onrra de don [...]"

¿Por qué fueron necesarias las otras 2 alternativas? Porque esta no convencía a todos. Duplicar letras constantemente suponía una pérdida de tiempo y de recursos completamente innecesaria. Por este motivo, cada "escribano" elegía su opción favorita.

Claro, la idea de tener 3 formas diferentes de representar el mismo sonido suponía otro problema, y es que no todos sabían leerlo o interpretarlo. 

La solución a este inconveniente llegó de la mano de un monje anónimo (del que no se sabe su origen ni su nombre). Este buen monje comenzó a utilizar una nueva fórmula , a modo de abreviatura, basada en la primera de las anteriores, la duplicación de la letra "n".

Su idea, buscando ahorrar en los costosos materiales, era colocar la segunda "n" encima de la anterior.


El resultado fue tan bueno y gustó tanto que comenzó a generalizarse y expandirse a gran velocidad. El único inconveniente que la gente de la época veía en esta fórmula era la lentitud. Hacer una "n" pequeña y perfecta encima de otra "n" lleva tiempo, y los escribanos no lo tenían.

Así, fruto de la velocidad en la escritura y copia de documentos, la "n" superior comenzó a deformarse. Cada vez se ponía menos atención en hacerla perfecta. Cada vez se parecía menos a una letra "n" y más a una sencilla línea. Y así, surgió la letra "ñ" actual, que comenzó a generalizarse en el siglo XIII.


Ejemplo de un documento castellano, fechado en 27 de noviembre de 1284,
en el que se ve la segunda "n" con forma de línea

Transcripción: "[...] villa, que lo librastes en manera que todos,
comunalmientre, quel mandastes mill / maravedís de la moneda de la 
guerra para ayuda del danno que auía tomado. Et agora [...]"

Antes de pasar al siguiente punto debemos hacer dos últimas anotaciones, referidas a documentación histórica, para evitar confusiones.

La primera es que no debemos olvidar que el sonido "eñe" es anterior a la letra "ñ". Por este motivo, debemos ser cautelosos y, aunque en el texto nos parezca leer una "ñ" y la palabra se pronuncie con "eñe" (por ejemplo: "señor"), eso no significa que estemos ante una letra "ñ", sino que podría ser una "nn" abreviada (por ejemplo: sennor).

En este documento, fechado en 10 de octubre de 1349, podemos ver
el ejemplo citado. Aunque en el texto nos parezca leer "señor" y
la palabra se pronuncie "señor", la manera de
transcribirla es "sennor", puesto que estamos
ante una "nn" abreviada, y no ante una "ñ"

Transcripción: "Don Alfonso, por la gracia de Dios, rrey de
Castiella, de Toledo, de Gallizia, de Sseuilla, de Córdoua,
de Murçia, de Ja/hén, del Algarbe e sennor de Molina.
A uos, Sancho Manuel, nuestro adelantado en el rregno
de Murçia por don Fernando, fijo de"

En segundo lugar, debemos saber que, durante siglos, las abreviaturas fueron muy habituales en todo tipo de documentación, incluso en los textos más solemnes. Una buena parte de estas abreviaturas fueron heredadas del latín. Una manera habitual de abreviar letras era colocar un guión encima de la letra anterior a la o las abreviadas. En algunas ocasiones, esto nos puede inducir a error y hacernos pensar que estamos ante una "ñ", cuando en realidad estamos ante una "n" más el signo de abreviación. Por tanto, lo más recomendable es leer la frase para entender ante qué palabra estamos.


 En este bonito extracto de La Celestina (s. XV), entre otros ejemplos,
podemos ver la abreviación de "tiempo", "mientras
e "inconvenientes"

En este otro extracto de la misma obra vemos las palabras
"señora" y "daño"

En este documento, fechado en 4 de enero de 1222, la palabra
 "Legioñ", en realidad, es "Legionis" (en referencia a 
la actual ciudad de León) abreviada.
Por lo tanto, no es una letra "ñ" sino una "n"

Esto son firmas de confirmación de un documento fechado en
1237. Donde nos parece ver una "ñ", en realidad
estamos ante la abreviatura de la palabra "Dominicus"

En este último caso tenemos dos ejemplos. En primer lugar,
cuando parece que leemos "qñtos", en realidad
estamos ante la abreviatura de "quantos",
en una típica intitulación del Rey Sancho IV, de Castilla, fechada en
el 20 de mayo de 1293.
En segundo lugar, tenemos la palabra "señor" que, aunque podamos
pronunciarla como en la actualidad,
debemos transcribirla como "sennor", porque no es
una letra "ñ" sino una segunda "n" abreviada

2. ¿En qué documentación podemos rastrear la letra "ñ"?

A) Por ejemplo, Alfonso X el Sabio, en el siglo XIII, escribió algunas normas del castellano, lengua que en esa época estaba expandiéndose en sustitución del latín. Entre estas normas destacaba el uso de la grafía "ñ" y otras representaciones gráficas de sonidos nasales palatales.

B) Un segundo ejemplo lo podemos encontrar en la gramática del castellano, publicada por Antonio de Nebrija en 1492. En esta obra, de la que mostraré imágenes a continuación, se menciona la letra "ñ" en varias ocasiones. En la primera imagen podemos ver la descripción de los 2 tipos de letras "n", la primera sería la "sencilla" (y equivaldría a nuestra actual "n") y la segunda la "ajena" (que equivaldría a nuestra "ñ").


Segmento del Libro Primero, Capítulo V

Transcripción:"La n esso mesmo tiene dos oficios: uno proprio, 
cuando la ponemos sencilla, cual suena en las primeras 
letras destas diciones: nave, nombre; otro ageno
cuando la ponemos doblada o con una tilde encima, 
como suena en las primeras letras destas diciones: ñudo, 
ñublado, o en las siguientes destas: año, señor; lo cual no 
podemos hazer más que lo que dezíamos de la l doblada, 
ni el título sobre la n puede hazer lo que nos otros queremos, 
salvo si lo ponemos por letra, et entonces hazemos le injuria 
en no la poner en orden con las otras letras del a b c".

¿Por qué se menciona la letra "ñ" como una "n" ajena? Nebrija nos lo explica:


Segmento del Libro Primero, Capítulo VI


Transcripción: "La n tiene dos fuerças: una que traxo consigo del latín,
et otra que le damos agena, doblándola, et poniendo encima la tilde.
Mas dexando la n senzilla en su fuerça, para representar aquel
son que le queremos dar prestado, pornemos una tilde encima,
 o haremos lo que en esta pronunciación hazen los griegos
 et latinos, escriviéndola con gn; como quiera que la n con
 la g se hagan adulterinas et falsas, según escrive Nigidio, 
varón en sus tiempos, después de Tulio, 
el más grave de todos et más enseñado".

Es decir, que se consideraba ajena a la letra "ñ" porque no procedía del latín, sino que fue una construcción del castellano.


Segmento del Libro Quinto, Capítulo I

Transcripción: "Las figuras de las letras que la lengua castellana 
tomó prestadas del latín para representar veinte et seis 
pronunciaciones que tiene, son aquestas veinte et tres: 
a, b, c, d, e, f, g, h, i, k, l, m, n, o, p, q, r, s, t, u, x, y, z"

Más adelante, en el capítulo VII, se menciona la transformación de la "gn" latina en una "ñ":


Segmento del Libro Primero, Capítulo VII


Transcripción: "La gn passan en aquel son que nos otros 
escrivimos con n doblada, o con ñ tilde, como de 'signum', 
seña; de 'lignum', leña".

Y, en el Capítulo I del Libro Quinto, nos enseña su pronunciación de la siguiente manera:


Segmento del Libro Quinto, Capítulo I

Transcripción: "Las XXVI pronunciaciones de la lengua castellana se
representan et escriven assí: a, b, c, ç, ch, d, e, f, g, h, i, j, l, ll, m,
n, gn, o, p, r, s, t, v, u, x, z"

Como se puede apreciar, se utiliza la "gn" para citar la pronunciación "eñe".

¿Y qué se dice de las reglas ortográficas del castellano a este respecto?


Segmento del Libro Primero, Capítulo X


Transcripción: "Lla sexta regla sea: que la g no puede estar
delante n, salvo si le damos aquel son que damos agora a 
la n con la tilde. En lo cual pecan los que escriven signo, 
dignidad, benigno, con g delante la n, pues que en aquestas 
diciones no suenan con sus fuerças".

Es decir, que en castellano sólo se puede escribir "gn" cuando se quiera referir al sonido "eñe".

C) Otros ejemplos los podemos encontrar en la Real Academia de la Lengua (RAE), primero en su Ortografía y más tarde en su Diccionario:
  • En primer lugar, podemos ver que, en la Primera Ortografía Española (1740), se avisa de los errores (faltas de ortografía) cometidos por las personas al escribir la letra "n" y "ñ". En este fragmento se emplea el término "tilde", en vez de "virgulilla", para referirse a la línea que diferencia la "n" de la "ñ". Precisamente por considerarla una tilde, en esta edición no añadieron la letra "ñ" el alfabeto.

Captura de la página 183, donde se habla de la ñ
como "n" con tilde


Captura de la página 312, donde se avisa de los errores
ortográficos de poner la tilde a la "n"

Que no fuera incluida en el alfabeto, no significa que se
utilizase a lo largo del texto.
Como se aprecia, la virgulilla tiene forma de tilde, por eso
está ligeramente inclinada hacia la izquierda
  • Un segundo caso lo tenemos en la segunda edición de la Ortografía de la lengua Castellana, publicada en 1754. En esta ocasión, vemos como se arrepienten de no haber incluido la letra "ñ" en el alfabeto de la anterior edición y sí lo hacen ahora, "puesto que son letras propias nuestras" y, sin ellas, "el alfabeto está defectuoso":


Páginas 16 y 17 

Página 19. El alfabeto castellano

Vemos que, como las letras mayúsculas no necesitan tilde
y la virgulilla se consideraba una tilde,
no era necesario utilizarla en la escritura mayúscula manual,
no diferenciándose la "N" de la "Ñ".

Pero sí se destaca su uso en la imprenta

Aquí está la explicación dada sobre la letra "ñ",
en las páginas 60-61

  • El tercer caso lo encontramos en el Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española. Fue la edición de 1803 la que incluyó, por primera vez, la letra "ñ" en su alfabeto:
Captura de la página 589

D) Un cuarto ejemplo lo encontramos en un precioso alfabeto manual  para personas sordas de 1815


Alfabeto manual para la instrucción de los sordos 
del Real Colegio de Madrid

E) Otros ejemplos de uso a lo largo de la historia:


Documento de 1237 en el que se aprecia la abreviatura
de la segunda "n" encima de la primera. Recuerda, no es una "ñ".

Transcripción: "cabillo de Sancta María de León, por so anniuersario
elas casas e toda la heredad de Palazuelo, / que él comprara
de so ermano don Pelay Galuán e de súa muyer,
donna Sancha, e una iugue"



Documento fechado en 25 de agosto de 1425

Transcripción: "Alcaldes, alguazil, rregidores, jurados, caualleros,
escuderos, ofiçiales e omes buenos de la muy noble
çibdad de Toledo. Yo /3 he sabido la buena dyligençia
que posystes en aperçibyr gente para enbiar a la villa de
Casarruuios para la / guarda della porque non entrasen
en ella los contrarios, lo qual en señalado seruiçio os tengo;
y, pues que vedes [...]"


Texto correspondiente a las Nuevas ordinarias de los sucessos
del Norte, publicada el 16 de noviembre de 1683

3. La "ñ" en otros idiomas

Antes hemos mencionado que este sonido también existía en otras lenguas, ¿Cómo evolucionó su grafía en estos territorios?

En francés se decantaron por la grafía "gn", como se puede apreciar en palabras como Spagne (España)

En italiano también decidieron utilizar la "gn", como se ve en la palabra Spagna (España)

En portugués prefirieron utilizar la grafía "nh", como se ve en palabras como Espanha (España) o Ronaldinho

En catalán utilizaron la "ny", como por ejemplo Espanya, y en neerlandés "nj", como "Spanje" (España).

Otros idiomas donde encontramos el sonido "eñe" son: el euskera, filipino, mapudungún, gallego, zapoteco, kiliwa, quechua, guaraní...



Fuentes de las imágenes:
http://iris.cnice.mec.es/kairos/mediateca/cartoteca/pagsmapas/imperio_romano.html
Biblioteca Nacional
Real Academia de la Lengua
Hemeroteca Digital de la BNE

Bibliografía:
SÁNCHEZ-PRIETO BORJA, P: "La normalización del castellano escrito en el Siglo XIII. Los caracteres de la lengua: grafías y fonemas", en Historia de la lengua española, 2004, PP 423-448
MENÉNDEZ PIDAL, R: Manual de gramática histórica española. Espasa-Calpe, Madrid, 1985
POZUELO YVANCOS, J.M: "Las primeras descripciones fonéticas de la Real Academia Española" en Estudios Románicos, 5, 1989. PP. 1165-1184.
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Serie: Curiosidades de la Historia. 
Episodio: 1
Título: ¿Cuál es el origen de la letra Ñ?
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